Cuando
ya no me quede
más que
un octavo de ron
en el refrigerador
y un
pedazo de mantequilla light
toda cochina por
los pedazos de pan tostado
que no me molesto en limpiar,
Empezaré a
comerme mis poemas
uno por uno,
esperando
que sacien el hambre
que
siempre
tuve
por alguien como vos.