Las putas no tienen ley de retiro,
No escapan ni se van a la inspección del trabajo,
Se atragantan y escupen entre ellas,
Se tocan con tacones altos y
una cerveza muy muy mala.
Mi trago se mezcla con el hielo,
Esa negrita esconde un cariño, alguna mirada tierna,
un "¿vas a volver?", un "¿habías venido antes?"
Ella lamenta mis pobres dos lucas,
Y yo me lamento desde que entré,
Pero esa puta tocó mi corazón…
Ahora soy yo el que la espera con flores y nuevas tangas,
Ahora soy yo quien espera retirarla.