Cada mujer tiene dos posibilidades para mí,
Puta o princesa…
Pero las que más encandilan
y retuercen pasión,
son las que
siendo princesa
andan puteando por ahí.
El resto son mujeres normales para las cuales trabajo.
Letras con pretensiones eróticas y políticas, aptas para personas con grados graves de psicopatología; aunque idiotas normalistas son bienvenidos. Se admiten fatales, golondrinas, inútiles, ebrios, moralmente ultrajados y todo adefesio que practique el odio deportivo. El ebrio que escribe se reserva el derecho de leerse eternamente a si mismo.
Cada mujer tiene dos posibilidades para mí,
Puta o princesa…
Pero las que más encandilan
y retuercen pasión,
son las que
siendo princesa
andan puteando por ahí.
El resto son mujeres normales para las cuales trabajo.